Ganadores

Ganadora 2005
Miki Redelinghuys
Miki Redelinghuys, cineasta de 35 años de edad de Sudáfrica, ha merecido una beca de 10,000 $US por su proyecto documental titulado «Keiskamma: Un Lugar Mágico y su Gente». Los seis jueces del jurado sobresaltaron la originalidad de este proyecto y la fuerza de sus personajes quienes por su acción constituyen un microcosmo de la humanidad, la solidaridad, la creatividad artística y la democracia. La película explora temas universales tal y como el amor y el altruismo contra el miedo y la codicia; el respeto de diferencias contra la intolerancia y la exclusión. Es un retrato de África impregnado de esperanza.
RESUMEN DEL PROYECTO
En julio de 2005, 140 mujeres del pequeño pueblo de Hamburg en Cabo Oriental, presentaron a Sudáfrica el retablo más elaborado jamás hecho en África. La obra de arte multimedia de 3 metros de altura rinde homenaje a su lucha contra el sida y celebra la capacidad humana de superar las dificultades. Keiskamma es la historia de este pueblo rural poco común a las orillas del río Keiskamma, contada a través de las vidas de sus personajes principales. Una doctora controvertida, Carol Baker, nos lleva en el traqueteo de su camioneta, mientras se ocupa de un sinfín de enfermos. Ella aprende a querer a Nkululeko, el huérfano rebelde que sufre de sida, encuentra apoyo en la figura maternal de Eunice, e inspira a las mujeres del pueblo a crear el retablo.
Los cineastas documentalistas que trabajan en países en desarrollo se ven confrontados a menudo a una disyuntiva: por un lado, hay tantas historias que deben contarse y, por otro, una falta de recursos financieros para hacerlo como lo merecen. Cuando en 2004 visité por la primera vez Hamburg, una pequeña aldea situada en el lado este del Cabo en la ribera del río Keiskamma, sabía que haría una película sobre este lugar que inspira la creación. Quería tener la posibilidad de consagrar mi tiempo, filmar por el espacio de uno a dos años. En 2005 empecé el rodaje de Keiskamma sin siquiera contar con el financiamiento para hacerla. Podíamos filmar ya que teníamos nuestra propia cámara aunque los viajes de Cape Town a Hamburg (dos horas en avión y 12 en la ruta) eran costosos (…).
Me encontraba en Hamburg filmando las escenas principales de la película cuando supe que había ganado la beca de la Fundación Alter-Ciné. ¡Esta buena noticia no podía haber llegado en mejor momento! ¡Nos ayudó no solamente en el plano financiero sino que también emotivamente! El hecho de que una fundación canadiense decida apoyarnos era un gran honor y un voto de confianza en la historia de Keiskamma. Esto nos subió el ánimo y nos dio el empuje que nos faltaba en un momento difícil de la producción. Comunicar con la Fundación Alter-Ciné ha sido siempre un placer. Su apoyo y estímulo han sido constantes en los dos últimos años. ¡Esperamos y confiamos en que la Fundación Alter-Ciné seguirá apoyando a los cineastas de países en desarrollo que, a menudo fuera de las vías establecidas, cuentan historias de personas que no tienen ninguna voz en el universo de los medios!
– Miki Redelinghuys