Por fin tenía en palabras la historia que intentaba visualizar en imágenes y sonidos. Era el primer paso de un largo camino, pues tenía que encontrar el recurso para hacer mi proyecto realidad. Me sumergí en las autopistas de la red y ahí descubrí un posible aliado, la Fundación Alter-Ciné. Leí su misión y visión frente al documental y me sentí identificada. Sentí que ahí había alguien que podría entender mi idea y así fue.

De ahí en adelante Alter-Ciné se convirtió en un aliado incondicional de mi documental y mi trabajo como documentalista. Porque el apoyo no sólo fue económico, también fue moral y profesional. En el momento menos pensado la historia toma un giro que no estaba esbozado en el papel y ahí es cuando el apoyo de la Fundación fue vital, me dio luces, motivación para seguir adelante.

Ahora «Mamá Chocó» existe y los Colombianos pueden ver a través de este documental una realidad nacional que ha sido oculta o distorsionada. Y además ha tenido algo de reconocimiento, como en el Festival Atlantidoc de Uruguay donde «Mamá Chocó» ganó el premio a Mejor Documental Latino. Nada de esto no hubiera sido posible si Alter-Ciné no hubiera puesto ese primer ladrillo que me dio el impulso para continuar y amar cada vez más el ser documentalista.