La Fundación Alter-Ciné, creada en su memoria, se inspira en esa ética. Esta Fundación ofrece unas becas anuales a cineastas del Sur Global (África, Ásia y América Latina), a fin de permitirles realizar un largo metraje documental orientado a la defensa de los derechos y libertades, incluyendo los derechos sociales y económicos, los derechos de las mujeres, los derechos a la cultura, al arte y a la creación.

La Fundación apoya de manera particular los documentales que se atreven a ir contra la corriente y a tomar partido a favor de los más desfavorecidos; que interrogan la realidad, dándole voz a quienes no la tienen; que enriquecen nuestra comprensión del mundo y propician un debate y una reflexión sobre la necesidad y las posibilidades de transformarlo desde una perspectiva de paz, justicia, igualdad y pluralismo.

Determinados por contar su realidad contra viento y marea, y a menudo utilizando los medios que ofrece la situación, estos jóvenes cineastas están convencidos que una película puede marcar la diferencia, que puede sensibilizar, conmover, sacudir, construir un puente hacia el ‘otro’, incitar a pensar y a actuar. Están convencidos que el cinema documental constituye una “arma inteligente”, pacifica, que puede hacer mover las cosas. Y creen sinceramente que denunciar la injusticia y defender los derechos y libertades individuales y colectivos puede contribuir a mejorar este mundo en donde vivimos.